Te encuentras sentado/a en un avión junto a la ventana, con la mirada perdida en el horizonte, tratando de discernir la pequeña curvatura del planeta que apenas comienza a hacerse perceptible a esas alturas, y empiezas a hacerte las grandes preguntas de la vida: ¿Estamos solos en el universo? ¿Cómo comenzó todo? ¿Tiene un propósito nuestra existencia? ¡Ahí va!, ¿qué son esos diminutos agujeritos en las ventanillas del avión?

Quizás las primeras preguntas permanezcan por hoy sin respuesta, pero la última de ellas ya puede ser contestada. Esto hizo Robbie Gonzalez, quien tras no encontrar ninguna respuesta concluyente en los foros de internet, decidió localizar a una copia del manual de mantenimiento de un Boeing 737 en Wikileaks y se puso en contacto con Marlowe Moncur, Director de Tecnología de GKN Aerospace, líder mundial en el desarrollo de diseños de ventanillas de cabina.

Como quizás ya hayas intuido, tiene que ver con la regulación de la presión.

Parece ser que la mayoría de las ventanas de la cabina están formadas por hojas exteriores, intermedias e internas, todas ellas hechas de una resina sintética altamente resistente. Por lo general, es el panel central que tiene el pequeño agujero misterioso.

En realidad, los únicos paneles con una función estructural son los exteriores y los intermedios, mientras que los interiores son colocados principalmente para proteger a las otras capas. Según explicó Moncur, sólo existen para mantener la presión de la cabina en el caso extremadamente raro de que la hoja exterior se fracture por alguna razón.

A una altitud de crucero de 10.600 metros, la presión es de alrededor de 0,25 kilogramos por centímetro cuadrado. Esta presión es demasiado baja para permitir al cuerpo humano permanecer consciente, por lo que la presión se mantiene artificialmente a alrededor de 0,55 kilos por centímetro cuadrado. Por supuesto, si se aumenta la presión en el interior, la estructura tiene que ser lo suficientemente fuerte como para resistir la diferencia entre la presión externa y la presión interna.

El panel exterior es el más grueso de ellos y es la capa principal que soporta la presión de la cabina. Según González, el pequeño agujero está ahí para actuar «como una válvula de purga, permitiendo que la presión entre el aire en la cabina de pasajeros y el aire entre los paneles exteriores e intermedios se encuentre en equilibrio». En pocas palabras, se asegura que sólo el panel exterior, que es el más fuerte, sea el que soporta la presión, dejando el panel central disponible en caso de emergencia.

Solucionada esta disquisición, ¡ya podemos centrarnos en el resto de preguntas existenciales para la humanidad!

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