A menos de un mes del final de la misión, la cámara de alta resolución de Rosetta ha revelado el módulo de aterrizaje Philae encajado en una grieta oscura en el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko.

Las imágenes fueron tomadas el 2 de septiembre por la cámara de ángulo estrecho (OSIRIS) cuando el orbitador se acercó a 2,7 km de la superficie, y muestran claramente el cuerpo principal del módulo de aterrizaje junto con dos de sus tres patas.

Las imágenes también proporcionan un registro sobre la orientación de Philae, aclarando por qué resultó tan difícil establecer las comunicaciones tras el aterrizaje el 12 de noviembre de 2014.

«Con tan sólo un mes para que termine la misión Rosetta, estamos muy contentos de por fin haber fotografiado a Philae y verlo con tan increíble detalle», dice Cecilia Tubiana del equipo de la cámara OSIRIS, la primera persona en ver las imágenes tras realizar el downlink de Rosetta.

(Imagen ampliable) ¿Dónde está Wally… digo, Philae? Imagen: Composición de imágenes de ESA realizada por ¡QFC!

«Después de meses de trabajo, con el objetivo y las evidencias apuntando cada vez más a este [paradero] candidato para el módulo de aterrizaje, me encuentro muy emocionado y extasiado por finalmente tener esta importantísima imagen de Philae localizado en Abydos«, comenta Laurence O’Rourke de la Agencia Espacial Europea (ESA por sus siglas en inglés), quien ha estado coordinando los esfuerzos de búsqueda estos últimos meses en la ESA, con el equipo OSIRIS y el del Centro de Operaciones Científicas y Navegación del Módulo de Aterrizaje (SONC, CNES).

Philae fue visto por última vez cuando aterrizó por primera vez en Agilkia, rebotó y luego planeó durante dos horas más antes de acabar en un lugar que más tarde se llamaría Abydos, en el lóbulo más pequeño del cometa.

Después de tres días, la batería primaria de Philae se agotó y el módulo de aterrizaje entró en hibernación, hasta que logró despertar de nuevo y comunicarse brevemente con Rosetta en junio y julio de 2015 conforme el cometa se acercaba al Sol y aprovechaba la energía disponible.

Sin embargo, hasta hoy, la ubicación precisa no se conocía. Los datos del alcance de radio consiguieron acotar ubicación a un área de unas pocas decenas de metros, pero un número de posibles objetos candidatos identificados en imágenes de relativamente baja resolución tomadas desde distancias mayores no pudieron ser analizados en detalle hasta hace poco.

(Imagen ampliable) Primer plano de Philae con notas. Imagen: ESA

Aunque la mayoría de los candidatos podían ser descartados con el análisis de imágenes y otras técnicas, las evidencias continuaron apuntando a una diana específica, que ahora se ha confirmado en imágenes tomadas a una cercanía de la superficie del cometa sin precedentes.

A 2.7 km, la resolución de la cámara de ángulo estrecho OSIRIS es de aproximadamente 5 cm/pixel, lo suficiente como para revelar rasgos característicos del cuerpo de Philae de 1 metro de tamaño y de sus patas, como se aprecia en estas fotos finales.

«Este notable descubrimiento se produce al final de una larga y penosa búsqueda», dice Patrick Martin, director de la misión Rosetta de la ESA. «Estábamos empezando a pensar que Philae quedaría perdido para siempre. Es increíble que lo hayamos capturado en el momento final».

«Esta maravillosa noticia significa que ahora tenemos la información que falta sobre la ‘realidad del terreno’, necesaria para colocar los tres días de ciencia de Philae en un contexto apropiado, ¡ahora que conocemos donde se encuentra de hecho dicho terreno!», exclamó Matt Taylor, científico del proyecto Rosetta de la ESA.

(Imagen ampliable) La intención era que Philae aterrizara en un punto del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko llano y expuesto al sol. Imagen: DLR

«Ahora que ha concluido la búsqueda del módulo de aterrizaje nos sentimos listos para el aterrizaje de Rosetta, y esperamos que la captura de imágenes aún más de cerca del punto de contacto de Rosetta», añade Holger Sierks, investigador principal de la cámara OSIRIS.

El descubrimiento se produce a menos de un mes de que Rosetta descienda a la superficie del cometa. El 30 de septiembre, el orbitador será enviado en una última misión “de ida” para investigar el cometa de cerca, incluyendo los hoyos a cielo abierto en la región Ma’at, donde se espera que se produzcan observaciones críticas que ayuden a revelar los secretos de la estructura interior del cuerpo.

* Publicado por la ESA.

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