El envejecimiento: ¿una regla o una sugerencia?

La inevitabilidad del envejecimiento puede no ser más que otra teoría biológica que los avances científicos terminarán por retirar en un futuro próximo. Algunos científicos dicen hoy que la longevidad es un concepto social que ya no necesitamos mantener como una ley estática de la naturaleza, sino como una que puede ser reescrita en nuestro beneficio.

Investigadores en campos que abarcan desde la genética a la inteligencia artificial (AI) están trabajando hacia un futuro en el que tendremos que dejar de usar la excusa de la «crisis de los…» para justificar nuestras decisiones mal tomadas (¿cuándo es realmente el momento equivocado para comprar un Porsche?).

Aunque ha habido innumerables ideas teóricas e iniciativas para evitar a la Parca, muchas estrategias actuales que se están desarrollando hoy caen en uno de dos campos: biomedicina o tecnología.

Biología mejorativa

Para ganar la batalla biológica contra la muerte, debemos empezar por entender al enemigo. El envejecimiento es un proceso que comienza a nivel celular. A medida que nuestras células se dividen, su ADN y su funcionalidad se destruyen lentamente, lo que conduce a una mayor susceptibilidad a daños y enfermedades. Durante muchos años, los científicos esperaban que los telómeros fueran la clave para detener el envejecimiento, pero estas «tapas» que protegen nuestro ADN han demostrado ser más complejas de lo que inicialmente se pensaba.

(Imagen ampliable) Proyecto de Reparación Mitocondrial. Imagen: Dr. Gary G. Kohls

Cuando los biólogos descubrieron que nuestros telómeros se desgastan a medida que envejecemos, teorizaron que el alargamiento de estas hebras protectoras de ADN también podría alargar nuestras vidas; tal vez indefinidamente. No obstante, desde entonces los investigadores han visto que una serie de procesos en las células trabajan para regular firmemente la longitud de los telómeros ya que si son demasiado largos pueden traer consecuencias negativas, como cáncer. Muchos laboratorios alrededor del mundo están estudiando los mecanismos moleculares que alargan y acortan los telómeros en la célula para averiguar si pueden ser modificados para mantenerlos a una longitud que no sea ni demasiado larga ni demasiado corta.

Al mismo tiempo, la tecnología para la edición genética ha avanzado a pasos agigantados. El proceso revolucionario para editar el ADN, «CRISPR / Cas9», ha permitido a los científicos realizar cambios genéticos específicos en células vivas de mamíferos, e incluso ha servido para curar a una niña de cáncer. La herramienta tiene tantas aplicaciones, que los investigadores han acuñado la frase «¡CRISPRéalo!» (¿Quién dice que los científicos están desfasados?).

La ingeniería genética es sólo uno de los muchos avances médicos que se están utilizando para prolongar nuestras vidas. Sin embargo, algunos ven el cuerpo humano como un recipiente que no tiene por qué ser fijo, sino más bien debería ser reemplazado.

La inmortalidad virtual

La tecnología se ha integrado plenamente con la vida moderna, convirtiéndose, de hecho, en una extensión de sus usuarios. Y, con el avance del modelado virtual del cerebro y del diseño de la Inteligencia Artificial, muchos se han llegado a preguntar, ¿en qué punto la realidad virtual se vuelve… realidad?

Podemos diseñar servidores, e incluso cuerpos mecánicos, que durarán mucho más tiempo que nuestros cuerpos actuales. Además, piensa que esos cuerpos robóticos podrían soportar una gama mucho más amplia de condiciones de lo que pueden hacer  nuestros cuerpos carnales. Sólo en términos de viajes espaciales, diseñar un barco que no necesitara comida, agua o atmósfera sería mucho más eficiente. Además, no importaría cuánto tiempo tomara el viaje a otro mundo: ¡ni siquiera necesitaríamos cámaras de hibernación!

Mientras que algunos rechazan la idea de preservar la humanidad fuera del cuerpo humano real, algunas figuras de renombre como Elon Musk están tomando medidas hacia la potencial fusión del hombre con la máquina. Musk ha indicado que en un futuro próximo le veremos desvelando un cordón neural, un dispositivo que puede mejorar y crecer a la vez que tu cerebro. Una vez que las computadoras puedan interactuar sin problemas con nuestra mente, es concebible que puedan almacenar nuestras mentes también.

Visionarios como Musk, junto con otras compañías que persiguen la inmortalidad, nos están obligando a reconsiderar nuestra propia mortalidad: ¿cómo sería la vida si la divorciáramos de la muerte? ¿Qué precio estamos dispuestos a pagar por otros 100 años de vida? ¿Y por otros 1,000? Y si ese es el caso, ¿qué significa ser humano?

Si la tecnología sigue avanzando al ritmo actual, es posible que tengamos que hallar las respuestas a estas preguntas más temprano que tarde.

Artículo original escrito por Futurism. Revisado y traducido por ¡QFC!

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