Si algún día te encuentras en una nave espacial rodeando Marte, no cuentes con buenas vistas. La atmósfera polvorienta del Planeta Rojo probablemente oscurecería las vistas de sus profundos valles y altísimas mesetas desde cualquiera de los asientos de ventanilla. «La mejor manera de ver la superficie del planeta sería tomando una imagen digital y mejorándola en el ordenador», dice el geólogo planetario Alfred McEwen, investigador principal del Experimento de Ciencia de Imágenes de Alta Resolución de la NASA (conocido como HiRISE por sus siglas en inglés) [Es algo similar a como lograron identificar los restos de inmensas inundaciones arcaicas en Marte, que vimos aquí.]. Él lo sabe bien: en los últimos 12 años, la potente cámara HiRISE ha capturado 50.000 espectaculares imágenes estéreo de alta resolución del terreno marciano desde la órbita del planeta, creando anaglifos que cualquiera puede ver en 3D con lentes especiales. Los altamente detallados estereogramas representan la superficie del planeta con gran detalle, pero las gafas 3D no siempre son útiles, y las imágenes fijas sólo pueden transmitir hasta cierto punto la variada topografía de Marte.

Para apreciar el paisaje marciano en toda su plenitud, se necesita dimensión y movimiento. En este vídeo, el cineasta finlandés Jan Fröjdman ha transformado las imágenes del HiRISE en una vista dinámica y tridimensional del Planeta Rojo en la que no se requieren gafas.

Para Fröjdman, crear el efecto flyover fue como montar un rompecabezas. Comenzó por colorear las fotografías (HiRISE captura imágenes en escala de grises). A continuación, identificó rasgos distintivos en cada uno de los anaglifos (crateras, cañones, montañas) y los unió para cada par de imágenes. Para crear el efecto de panoramización en 3-D, solapó las imágenes a lo largo de sus puntos de referencia y las representó como fotogramas en un video. «Fue un proceso muy lento», dice.

(Imagen ampliable) Ciudad Inca de Marte, o Angustus Labyrinthus.

Algunas características geográficas necesitan de más trabajo que otras. Las regiones planas requieren unos cientos de puntos de referencia, mientras que las más complejas topográficamente (como la Ciudad Inca de Marte, Angustus Labyrinthus) pueden necesitar de miles. «Puede que haya software que haga este trabajo, pero no lo he encontrado», dice Fröjdman. Para la película que ves aquí, el autodenominado entusiasta del espacio seleccionó a mano más de 33.000 puntos de referencia. Le tomó tres meses terminarlo.

Resulta que sí existe un software que hace este trabajo. «Lo hizo de la manera más difícil», dice McEwen, cuyo laboratorio utiliza programas especiales de modelado de terreno para hacer coincidir automáticamente los puntos de referencia en imágenes estéreo. No es que menoscabe la versión casera de Fröjdman, por supuesto. En todo caso, hace su trabajo por amor a la ciencia aún más entrañable. «Existen tantas escenas geniales en Marte», dice. «Cuanto más trabajo hago, más aprendo de lo increíble que es este planeta».

Traducción: Un vuelo ficticio sobre el Marte «real», basado en imágenes tomadas por la cámara HiRISE a bordo del Orbitador Mars Reconnaissance. Procesamiento de 3D hecho por Jan Fröjdman.

Artículo original publicado por Wired. Revisado y traducido por ¡QFC!

Deja tu comentario