Parece que, para cualquier problema médico, existe un equipo de investigación tratando de utilizar células madre para encontrar una solución. Equipos de investigadores están inyectando las células en ensayos clínicos para tratar de todo, desde tumores a la creación de esperma a la calvicie, en sus esfuerzos por curar a los pacientes.

Pero en un estudio que se espera que se inicie a finales de 2017 los científicos esperan utilizar células madre de una manera nueva y altamente controvertida: revertir la muerte.

La idea del ensayo, dirigido por Bioquark, una empresa basada en Filadelfia, es inyectar las células madre en las médulas espinales de gente que ha sido declarada de forma clínica con muerte cerebral. Los sujetos también recibirán inyecciones de mezclas de proteínas, estimulación nerviosa eléctrica y terapias con láser dirigidas al cerebro.

El objetivo final: hacer crecer nuevas neuronas y estimularlas para que se conecten unas con otras y, de este modo, hacer que el cerebro vuelva a la vida.

«Nuestra opinión es que no existe una única bala mágica para esto, por lo que empezar con una sola bala mágica no tiene sentido. Es por esto que tenemos que adoptar un enfoque diferente «, Explicó Ira Pastor, CEO de Bioquark.

Pero la literatura científica, por muy escasa que sea, parece demostrar que ni siquiera varias balas mágicas lograrán lo que Bioquark espera.

Esta no es la primera vez que se trata de iniciar el ensayo clínico. El estudio se inició en Rudrapur, India, en abril de 2016, pero nunca llegó a inscribir a ningún paciente. Los reguladores cerraron el estudio en noviembre de 2016 porque, según Science, el Controlador General de Medicamentos de la India no dio su visto bueno.

Ahora, según dijo Pastor, la compañía está en las etapas finales de encontrar una nueva ubicación para realizar sus ensayos. La compañía anunciará un ensayo en Latinoamérica en los próximos meses, dijo Pastor a STAT.

(Imagen ampliable) Probablemente esto no suceda en el primer ensayo clínico… Imagen: Darrin Klimek/Getty

Si ese ensayo calca el protocolo para el ensayo indio interrumpido, tratará de inscribir a 20 pacientes que recibirán una avalancha de tratamientos. Primero está la inyección de células madre aisladas de la propia grasa o sangre del individuo. Segundo, procederán con una fórmula peptídica inyectada en la médula espinal, supuestamente para ayudar a nutrir el crecimiento de las nuevas neuronas (la empresa ha probado este mismo brebaje, llamado BQ-A en muestras animales de melanoma, lesiones cerebrales traumáticas y arrugas de la piel). En tercer lugar, hay un régimen de estimulación nerviosa y terapia con láser de más de 15 días para estimular las neuronas para que formen conexiones. Los investigadores buscarán en el comportamiento y los EEG (electroencefalogramas) de los pacientes para detectar signos de que el tratamiento esté funcionando.

Pero el proceso está plagado de preguntas. ¿Cómo completan los investigadores los trámites burocráticos para llevar a cabo la prueba cuando la persona que participa se encuentra, legalmente, muerta? (En los Estados Unidos, las leyes estatales definen a menudo la muerte como la pérdida irreversible de las funciones cardíaca y pulmonar o de la función cerebral). Si la persona recobrara la actividad cerebral, ¿qué tipo de habilidades funcionales tendría? ¿Se están haciendo ilusiones las familias de que obtendrán una cura que es, en realidad, increíblemente incierta?

Las respuestas a la mayoría de esas preguntas todavía están muy lejos. «Por supuesto, muchas personas se están haciendo la pregunta ‘¿qué viene después?'», reconoció Pastor. «Si bien la recuperación total de estos pacientes es nuestra visión a largo plazo, y una posibilidad que prevemos suceda con el trabajo continuado por este camino, no es el enfoque principal o el punto final primario de este primer protocolo».

Artículo original publicado por STAT. RRevisado y traducido por ¡QFC!

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