Poco se sabe sobre el origen y la evolución temprana del Notosuchia, hasta ahora desconocida en el período jurásico. Una nueva investigación de fósiles provenientes de Madagascar, publicada en la revista revisada por pares PeerJ por paleontólogos italianos y franceses, comienza a llenar el hueco de un millón de años en este linaje fantasma.

Los huesos de la mandíbula, profundos y masivos, armados con enormes dientes dentados similares en tamaño y forma a los de un T-rex, sugieren que estos animales se alimentaban también de tejido duro como huesos y tendones. El nombre completo del crocodiliforme (apodado «Razana») es Razanandrongobe sakalavae, que significa «antepasado de lagarto gigante de la región de Sakalava». [Como puedes ver en esta historia, este animal no era para nada comparable con el último aligator que habitó en la península ibérica.]

(Imagen ampliable) Comparación entre el tamaño corporal estimado del gigante notosuchiano crocodiliforme Razanandrongobe sakalavae (apodado «Razana») y un ser humano. Imagen: Marco Auditore
(Imagen ampliable) Reconstrucción de las mandíbulas de Razanandrongobe sakalavae, incluyendo el dentario izquierdo original, premaxilla derecha (cortesía del Museo de Historia Natural de Toulouse), y sus copias contra laterales (en gris), impresas en 3-D a partir de datos de CT por FabLab Milan y luego Montado en el Museo de Historia Natural de Milán. Imagen: Giovanni Bindellini.

Una combinación de rasgos anatómicos identifica claramente este taxón como un notosuchiano jurásico, cercano a los baurusucídeos y sebecidos sudamericanos, que eran depredadores altamente especializados de los hábitos terrestres, diferentes de los cocodrilos actuales, con un cráneo profundo y miembros erectos y poderosos. «Al igual que estos y otros gigantescos cocodrilos del Cretácico, ‘Razana’ podría superar incluso a los dinosaurios terópodos, en la parte superior de la cadena alimentaria», dice Cristiano Dal Sasso, del Museo de Historia Natural de Milán. [Además, como vimos en esta historia, sería uno de los pocos supervivientes al cataclismo que acabaría con los dinosaurios, del que hablamos aquí.]

Razanandrongobe sakalavae es, con mucho, el más antiguo (y posiblemente el mayor) representante del Notosuchia, documentando uno de los primeros casos de aumento exacerbado del tamaño corporal a lo largo de la historia evolutiva del grupo.

«Su posición geográfica durante el período en que Madagascar se estaba separando de otras masas de tierra sugiere robustamente un linaje endémico. Asimismo, representa una señal adicional de que el Notosuchia se originó en el sur de Gondwana», comenta el coautor Simone Maganuco.

Artículo original publicado por PeerJ. Revisado y traducido por ¡QFC!

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