¿Qué factores psicológicos subyacentes pueden utilizar las parejas para permanecer comprometidas  a la otra persona a pesar de conocer a lo largo de su vida un sinnúmero de gente nueva? De acuerdo con un estudio reciente, las personas que se encuentran en una relación tienden a percibir como menos atractiva a la gente que les resulta más tentadora. Este sesgo perceptual podría representar un método no consciente de autocontrol que ayuda a superar las tentaciones con el fin de facilitar alcanzar los objetivos a largo plazo de permanecer con una pareja estable.

En una reciente serie de experimentos, los psicólogos Dra. Shana Cole (Universidad de Rutgers), Dr. Yaacov Trope (Universidad de Nueva York) y Dra. Emily Balcetis (New York University) encontraron evidencia de que las parejas desdeñan la apariencia de las personas que perciben como una amenaza para sus relaciones. Los resultados se publicaron en la revista Personality and Social Psychology Bulletin.

La mayoría de las investigaciones anteriores en esta área se han centrado en los sesgos explícitos, donde los participantes saben que están juzgando el atractivo y que están comunicando sus pensamientos sobre la otra persona. Este estudio es el primero en buscar sesgos visuales implícitos, o no conscientes, que puedan ayudar a los miembros de la pareja a permanecer comprometidos con la relación.

El primer experimento mostró a los participantes imágenes de un/a compañero/a de laboratorio del sexo opuesto con quien los/as estudiantes universitarios/as, tanto solteros/as como en pareja, interactuarían ampliamente. Cada participante leyó el perfil de la persona, que incluía la disponibilidad sentimental. A continuación, los participantes asignaron a la fotografía del individuo otra imagen a elección. Estas últimas imágenes habían sido manipuladas, por lo que algunas de las personas eran más atractivas que la foto original y otras lo eran menos.

(Imagen ampliable) Un ejemplo de la actividad de asignación. La fotografía muestra una cara con las posibles asignaciones con una variedad aleatoria de niveles de atractivo. Imagen: Cole et al.

De los 131 participantes universitarios heterosexuales, los que se encontraban en una relación y supieron que el sujeto estaba soltero/a y, por lo tanto, suponía una amenaza potencial para su relación, juzgaron al individuo como menos atractivo de lo que realmente era, mientras que los participantes que se encontraban en una relación y supieron que el sujeto estaba en una relación, al igual que los/as participantes solteros/as vieron al individuo como más atractivo/a de lo que realmente era.

Este sesgo a la baja se produjo a pesar del hecho de que a los participantes se les ofreció la entrada en un sorteo de 50 dólares si se seleccionan la cara correcta durante la actividad de asignación de caras, lo que sugiere que los participantes en una relación realmente consideraron al individuo como menos atractivo.

“La distorsión al percibir a la gente atractiva que representa una amenaza a la relación como menos atractiva puede ayudar a las personas a resistir la inclinación de ir detrás de ellos», dice la Dra. Shana Cole. «Esto es especialmente importante ya que encontrar a alguien físicamente atractivo es una razón principal por la cual la gente elige salir con alguien o van detrás de alguien, románticamente hablando».

El equipo, además, replicó su estudio con otros 114 estudiantes, y esta vez además pidió a los participantes que informaran del nivel de satisfacción de sus relaciones sentimentales. Este segundo estudio también incluyó un detalle adicional acerca de la disponibilidad de la persona. Algunos participantes vieron que el individuo había seleccionado «Claro, estoy interesado en salir», mientras que otros participantes vieron que el individuo había seleccionado «No, no estoy interesado en este momento».

En el segundo estudio, los participantes que estaban satisfechos con sus propias parejas mostraron los mismos resultados que los que se encontraban en una relación en el primer estudio. Es decir, vieron al individuo como menos atractivo de lo que era en realidad. Sin embargo, entre aquellos que se encontraban en relaciones menos satisfactorias, los resultados fueron similares a los de las personas solteras. Los participantes insatisfechos asignaron con mayor precisión las caras atractivas con las imágenes proporcionadas.

«En el mundo actual, puede ser difícil mantener hasta el final una pareja a largo plazo», apunta la coautora Emily Balcetis. «Este estudio sugiere que hay procesos que pueden darse fuera de la consciencia para que sea más fácil mantener el compromiso con la propia pareja.»

En lo relacionado con el comportamiento en el mundo real, «todavía hay varias preguntas que permanecen abiertas», dice Cole. «Una investigación futura podría ver si la consideración de personas intrigantes y disponibles como menos atractivas afectaría el comportamiento hacia el individuo. Es posible que si vemos a otras personas tentadoras como menos atractivas, flirteáramos menos con ellas o seríamos más reacios a intercambiar nuestro número de teléfono».

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