Un enorme estudio que involucró a más de 190 investigadores en 140 centros de investigación situados en 17 países ha localizado las variantes genéticas asociadas con la felicidad y otras cualidades. Es uno de los mayores estudios publicados nunca acerca de los genes implicados en el comportamiento humano.

El equipo internacional describió en la revista Nature cómo analizaron los datos genómicos de cientos de miles de personas con el fin de encontrar variantes genéticas asociadas con nuestros sentimientos de bienestar, depresión y neurosis.

Uno de los investigadores, Alexis Frazier-Wood, profesor asistente de pediatría y nutrición en el Baylor College of Medicine en Houston, Texas, Estados Unidos explica:

«Informamos que hemos encontrado tres variantes genéticas asociadas con el bienestar subjetivo, [definido como] lo feliz que una persona cree o se siente acerca de su vida. También encontramos dos genes que albergan las variantes asociadas con los síntomas depresivos y 11 genes donde la variación se asoció con la neurosis».

El equipo también descubrió que estas variantes genéticas están expresadas principalmente en el sistema nervioso central y en los tejidos suprarrenales o en el páncreas.

Para el estudio, el equipo llevó a cabo un metaanálisis, un procedimiento de análisis en el que reunieron los datos genómicos de muchos otros estudios, y utilizaron herramientas estadísticas avanzadas para analizar los datos agrupados como si fuera un gran estudio de 298.000 personas.

El estudio de los genes puede ayudar a comprender predisposiciones

Imagen: Cultura/Liam Norris/Getty Images

Estudios previos ya habían sugerido que las diferencias individuales en la felicidad y el bienestar podrían estar vinculadas a diferencias genéticas entre las personas. El interés en la investigación de este tema va en aumento ya que existe una creciente evidencia que sugiere que el bienestar es un factor en la salud mental y física.

Sin embargo, los investigadores advierten que los genes no son el único factor decisivo para determinar cómo las personas piensan y se sienten acerca de sus vidas. Explican que el entorno, y cómo éste interactúa con los genes, es igual de importante.

Sin embargo, el estudio de los genes podría ayudarnos a empezar a entender por qué algunas personas podrían tener una predisposición biológica a desarrollar estos síntomas, señalan.

Los investigadores también esperan que los hallazgos, que están disponibles para investigaciones posteriores, ayudarán a aclarar qué exactamente causa diferencias en la felicidad. Asimismo, consideran este descubrimiento único como la punta del iceberg y creen que las variantes que han identificado no son más que una pequeña fracción de lo que aguarda a ser descubierto.

«La [conexión] genética que hemos encontrado con síntomas depresivos es también un gran avance. Esto muestra cómo la investigación sobre la felicidad también puede arrojar luz sobre las causas de uno de los mayores desafíos médicos de nuestro tiempo: la depresión», comenta el profesor Meike Bartels de la Vrije Universiteit de Amsterdam en los Países Bajos.