El aire prehistórico atrapado en la sal de roca de hace 813 millones de años está cambiando la cronología de los cambios atmosféricos y la vida en la Tierra.

La definición de la composición atmosférica del pasado es una tarea importante si bien desalentadora para los geólogos. La mayoría de los métodos para determinar las condiciones de la superficie de la Tierra en el pasado se basan en deducciones indirectas obtenidas de antiguas rocas sedimentarias. Para complicar aún más las cosas, las rocas sedimentarias son notoriamente difíciles de datar, ya que contienen restos de otras rocas formadas en varios momentos geológicos.

Como resultado, se ha estimado que la oxigenación, o el aumento de oxígeno, en la atmósfera de la Tierra, ocurrió hace unos 550 millones de años cerca del límite entre los periodos geológicos Precámbrico y Paleozoico.

La geóloga Kathleen Benison, de la Universidad de Virginia Occidental, es parte de un equipo de investigación que ha utilizado nuevos métodos directos para medir la oxigenación de la Tierra cuyos resultados se han publicado en la revista Geology.

Parece que no se requirió tanta cantidad de oxígeno en la Tierra para permitir el surgimiento de la vida.

El estudio del equipo identifica, por primera vez, exactamente la cantidad de oxígeno presente en la atmósfera terrestre hace 813 millones de años: 10,9 por ciento. Este hallazgo, dicen, demuestra que la oxigenación de la Tierra produjo 300 millones de años antes de lo que llegó a concluir previamente a partir de mediciones indirectas, llegando incluso a preceder las formas de vida más primitivas de la Tierra.

«La diversidad de la vida emerge precisamente alrededor de este período de tiempo», explica Benison. «Solíamos pensar que para obtener diversidad de vida necesitábamos cosas específicas, incluyendo una cierta cantidad de oxígeno. [Los resultados] muestran que se no requiere tanto oxígeno para que los organismos se desarrollen».

Las inclusiones fluidas, que son burbujas microscópicas de líquidos y gases en la sal de roca, pueden contener el aire atrapado. El análisis de este aire atrapado permite a los investigadores entender las condiciones sobre la superficie en el pasado, y cómo el oxígeno ha cambiado a lo largo de la historia geológica.

El equipo utilizó un espectrómetro de masas cuádruple para estudiar las bolsas de aire. La cuidada trituración de los diminutos cristales de sal de roca liberó agua y gases atrapados para ser detectados por el espectrómetro de masas, que después los analizó para identificar diversos compuestos de oxígeno y otros gases.

«Hay una gran cantidad de diferentes condiciones ambientales específicas del pasado que podemos encontrar presentes en las muestras modernas,» dijo Benison. «Esto nos habla acerca de la multitud de condiciones en la Tierra y también tiene implicaciones para Marte». Y como vimos no hace mucho, es posible que Marte haya albergado vida, historia que puedes leer aquí.