Este es tu tátara, tátara, tátara, tátara… bueno, dejémoslo simplemente en tu antepasado más antiguo.
Su nombre es Luca, abreviatura [en inglés] de «último ancestro común universal», que probablemente vivió cerca de una fuente hidrotermal en el fondo del océano hace unos cuatro mil millones de años.
Por primera vez, los científicos han creado una imagen sobre cuál podría haber sido su aspecto genético. Aunque no todos están convencidos.
El retrato proviene de una nueva investigación recientemente publicada, en la que los científicos clasificaron seis millones de genes hasta quedarse con 355 que piensan que pudieron formar parte de Luca. Los genes cambian de una manera predecible con el tiempo, lo que significa que a través de la comparación de las secuencias de ADN de organismos vivos, los científicos pueden realizar hipótesis sobre organismos que no tienen otra forma de estudiar.
De este modo los científicos, dirigidos por William Martin de la Universidad Heinrich Heine en Alemania, observaron los genes de las bacterias y las arqueas: los dos grandes grupos que engloban la vida unicelular. Consideraron probable que los genes que se encontraban en al menos dos grupos de bacterias y dos grupos de arqueas pudieran pertenecer a Luca.
Los 355 genes que los investigadores descubrieron sugieren que Luca sobrevivió sin oxígeno, obteniendo energía del dióxido de carbono y del hidrógeno en su lugar, que podría sobrevivir a temperaturas muy altas, y que requería la presencia de metales. Los científicos se han preguntado durante mucho tiempo si la vida podría haber comenzado cerca de las fuentes hidrotermales, que son lugares donde el agua del mar es calentada por el magma caliente, haciendo que prosperen organismos microscópicos inusuales. La imagen de Luca que propone este artículo encaja en ese estilo de vida bastante bien [aunque también es cierto que los genes no se encargan de realizar ciertas funciones de forma individual, sino que forman sinergias de varios de ellos].
Los científicos, no obstante, están en desacuerdo acerca de dónde colocarían a Luca exactamente estas características en la línea temporal de los primeros organismos. Algunos de sus “trucos” son bastante difíciles de lograr, pero le faltan otras características consideradas de vital importancia para la vida. Por ejemplo, cuenta con solamente un pequeño número de herramientas para construir aminoácidos y nucleótidos, que son bloques de construcción clave para la vida tal como la conocemos.
De cualquier modo, los científicos están reuniendo más pistas sobre algunas de las primeras formas de vida. Pueden parecer simples y casi extraños, pero estos antiguos antepasados eventualmente se convirtieron en seres humanos; y en todo lo demás que vive en la Tierra.