El éxtasis te hace sentir como que todo el mundo es tu amigo. Ahora, un experimento en el que la gente jugó un juego de confianza después de tomar la droga nos está ayudando a explicar el porqué.

El éxtasis, también llamado MDMA, es conocido por desencadenar la liberación de serotonina química en el cerebro, así como de imitar sus acciones en el cerebro. Investigar cómo nos afecta podría ayudarnos a entender cómo gobernamos nuestras acciones sociales, y cómo este proceso se vuelve fallido en la depresión y la esquizofrenia, según Anthony Gabay, del King’s College de Londres, en el Reino Unido.

En su último estudio, Gabay y su equipo administraron MDMA a 20 hombres y les pidieron que jugaran a un juego llamado ‘el Dilema del Prisionero’ en un ordenador mientras yacían en un escáner cerebral.

Los puntos obtenidos en el juego dependen de si decides cooperar o traicionar a tu oponente, y de lo que él elija hacer. El juego se vuelve más complejo si se juega en varias rondas, porque si bien ganas más puntos en una sola ronda traicionando a tu oponente, con el tiempo ganas más si ambas personas deciden cooperar.

Los hombres jugaron 15 rondas del juego con el mismo oponente, permitiendo así el establecimiento de relaciones (aunque sin saberlo, estaban jugando contra un ordenador).

Cuando se les administró MDMA se volvieron eufóricos y habladores. «Algunos de ellos querían abrazarme», explica Gabay. En este estado, la frecuencia en la cooperación era el doble que cuando jugaron al juego después de haberles dado un placebo, si su opositor tendía a ser digno de su confianza.

Pero si su oponente tendía a traicionarles, los hombres actuaban de la misma manera independientemente de si habían tomado MDMA o un placebo, jugando de una manera menos cooperativa. «Eran buenos, pero no estúpidos», dice Gabay. Los resultados se presentaron en la conferencia de la Asociación Británica de Neurociencia.

(Imagen ampliable) Surco temporal superior. Imagen: Spectrum News

Los escáneres cerebrales que tomó el equipo demostraron que el MDMA impulsó la actividad en varias áreas del cerebro vinculadas a la conducta social, incluyendo el surco temporal superior derecho. Un estudio reciente ha demostrado que el receptor de serotonina que se activa por el MDMA se encuentra en las más altas concentraciones en los surcos temporales superiores de ambos lados del cerebro, así como en las otras áreas que se volvieron más activas en este estudio.

Michael Mithoefer, de la Universidad Médica de Carolina del Sur, en Estados Unidos, dice que los hallazgos ayudan a arrojar luz sobre lo que hace el MDMA. «Todavía no sabemos mucho».

Mithoefer está investigando el uso del éxtasis como ayuda para tratar trastornos de estrés postraumático. Puede ayudar a las personas a confiar más en su terapeuta y evitar que se sientan abrumadas por sus recuerdos traumáticos durante la terapia, dice.

Artículo original publicado por New Scientist. Revisado y traducido por ¡QFC!

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