Este elemento mortal, descubierto por Marie Curie, tiene un efecto extremadamente agresivo en nuestros cuerpos, lo que lo convierte en una de las sustancias más tóxicas conocidas por el hombre.

(Imagen ampliable) Marie Curie fue la descubridora del polonio, en 1898. Imagen: ¡Qué Fuerte es la Ciencia!

Marie Curie descubrió el polonio, un elemento químico radiactivo (con número atómico 84), en 1898. El descubrimiento de esta sustancia rara le hizo ganar el Premio Nobel de Química en 1911.

Curie encontró el polonio en una fuente de uranio. A pesar de que la cantidad que se encuentra es el mineral de uranio es pequeña (con únicamente 100 microgramos en una tonelada de uranio) el manejo de la sustancia por Curie fue suficiente como para exponer fatalmente a su hija Irène en un accidente de laboratorio.

Por desgracia, la hija de Curie no sería la última persona en morir por exposición al polonio. De hecho, el polonio es una de las sustancias más tóxicas conocidas por el hombre. Un gramo bastaría para matar a 50 millones de personas sobre las cuales, además, otras 50 millones caerían enfermas.

Asesinato de un ex-espía

Alexander Litvinenko, un agente del MI6 y ex-espía soviético y ruso, estaba bebiendo té en una reunión de negocios con otros dos rusos. Se cree que, durante esta reunión, Litvinenko ingirió una dosis letal de polonio 210 (Po-210). El ex-espía sucumbió a la enfermedad por radiación en Londres en noviembre de 2006, semanas después de tomar aquel último sorbo.

Fotografías del antes y después de la exposición de Alexander Litvinenko al polonio. Imágenes: AP (izquierda), Natasja Weitsz/Getty Images (derecha)

Sus socios serían más tarde acusados ​​de su asesinato.

La realización de la autopsia del cuerpo de Litvinenko fue un proceso complejo. Apenas unas horas antes de su muerte, los médicos finalmente se dieron cuenta de que era Po-210 lo que le estaba matando.

Se estima que los asesinos utilizaron 26,5 microgramos para matar a Litvinenko, una dosis excepcionalmente grande. Una vez descubierto, los médicos hicieron todo lo posible para asegurarse de que nadie más se expusiera al material radiactivo.

A pesar de las múltiples medidas de seguridad, se cree que más de 700 personas fueron expuestas al polonio-210 conectado con la muerte de Litvinenko. Afortunadamente, ninguna experimentó enfermedades graves.

Obtención del polonio

El polonio se puede encontrar de manera natural en el uranio. Imagen: Rui Costa/Flickr, CC BY-NC

Una vez fue a los tribunales, una de las preguntas que surgieron a partir de este caso fue dónde los asesinos consiguieron el Po-210. El polonio se vende en pequeñas cantidades. Habría que pedir 15.000 unidades de la sustancia sólo para ser capaz de envenenar a una persona.

La mejor manera de obtener Po-210 sería a partir de un proceso industrial relacionado con la energía nuclear. Los asesinos en este caso habrían necesitado acceder a «un reactor capaz de producir e irradiar materiales, y un laboratorio de radioquímica,» según citas  del profesor Nick Priest en la revista New Scientist, uno de los pocos expertos del Reino Unido que ha trabajado con Po-210.

Aunque el caso sigue en curso en el gobierno británico, un experto mundialmente reconocido en física teórica intervino en el asunto, y apuntó que el Po-210 sólo podía provenir de una específica instalación nuclear ya cerrada situada en Sarov, Rusia. Esto se debe a que la planta, de la era soviética, era el único lugar en el mundo con una línea de producción de polonio y la última fuente que queda de polonio comercial.

Síntomas y diagnóstico

Cuatro bomberos entrenan un escenario que implica materiales radiactivos. Imagen: Magnus Mertens

El envenenamiento por Po-210 es difícil de diagnosticar. Esto es así porque los médicos tendrían que sospechar primero la implicación del isótopo radiactivo para llevar a cabo el examen. La prueba en sí requiere el uso de equipos que se encuentran generalmente en laboratorios especializados. Por tanto, es poco probable que una persona sea diagnosticada a tiempo.

El Po-210 en sí mismo no tiene propiedades químicas tóxicas. El peligro, en cambio, proviene estrictamente de la radiación que emite. El daño tisular sólo puede suceder internamente, a través de la inhalación (que causa cáncer de pulmón), la ingesta, o la entrada a través de abrasiones o heridas de la piel.

En caso de Litvinenko, después de beber el té contaminada, el Po-210 se concentró en las células rojas de la sangre, seguido por el hígado, los riñones, la médula ósea, el tracto gastrointestinal, y las gónadas. Conforme el polonio viaja a través del cuerpo, roba electrones de cualquier molécula en su camino. El daño al ADN puede causar la muerte celular y cambios que afectan a la replicación celular.

En cuestión de días se producen vómitos, seguido de fallo en la médula ósea y la pérdida de cabello. En dosis mayores, puede provocar enfermedad gastrointestinal y enfermedad cardiovascular y del sistema nervioso central (SNC).

La enfermedad del SNC siempre es irreversible y conduce a la muerte.

Usos del PO-210

Robot lunar soviético Lunokhod. Imagen: Petar Milošević. CC BY-SA 3.0

El Po-210 es, obviamente, muy peligroso. La producción moderna de la sustancia se realiza generalmente mediante la creación de otro elemento radiactivo en un reactor nuclear, que a su vez decae en polonio-210.

Sin embargo, el material radiactivo se encuentra de hecho naturalmente en el cuerpo humano, debido a los bajos niveles existentes en el medio ambiente. Asimismo, los fumadores de tabaco acumulan en sus pulmones un isótopo del polonio 210. La sustancia también se puede encontrar en pescados y mariscos.

Pero el Po-210 tiene sus ventajas. Se utiliza para aislar los instrumentos en la nave de aterrizaje lunar rusa, eliminar la electricidad estática, inspeccionar los pozos de petróleo, y medir el espesor de los recubrimientos industriales. Debido al peligro relativo de Po-210, sin embargo, la aplicación comercial ha sido sustituida en muchos casos por tecnología no radiactiva.