Una población aislada de abejas, las abejas de El Cabo, en Sudáfrica han desarrollado una estrategia de reproducción sin machos. Un equipo de investigadores de la Universidad de Uppsala (UU) ha secuenciado el genoma completo de una muestra de abejas de El Cabo y lo comparó con otras poblaciones de abejas para averiguar los mecanismos genéticos que yacen bajo su reproducción asexual.

La mayoría de los animales se reproducen sexualmente, lo que significa que se requieren machos y hembras para que sobreviva la especie. Normalmente, la abeja no es una excepción a esta regla: la abeja reina produce nuevas crías poniendo huevos que han sido previamente fertilizados por el esperma de los zánganos. Sin embargo, una población aislada de las abejas que viven en el sur de El Cabo en Sudáfrica ha desarrollado una estrategia para prescindir de los machos.

Abjea de El Cabo

En la abeja de El Cabo, las abejas obreras hembra son capaces de reproducirse asexualmente: ponen huevos que han sido esencialmente fertilizados por su propio ADN, que producen nuevas obreras. Estas abejas son asimismo capaces de invadir los nidos de otras abejas y seguir reproduciéndose de esta manera, hasta llegar a controlar con el tiempo los nidos ajenos, un comportamiento llamado parasitismo social.

Si bien se desconoce la razón de este comportamiento único, un equipo de investigación de la UU ha profundizado en el estudio de los mecanismos genéticos por el que se rige. Los resultados del mismo fueron publicados en la revista PLOS Genetics. El equipo secuenció el genoma completo de una muestra de abejas de El Cabo y lo comparó con otras poblaciones de abejas que se reproducen normalmente. Encontraron diferencias notables en varios genes, lo que puede explicar tanto el tipo anormal de la producción de huevos que lleva a la reproducción sin machos, y el comportamiento único del parasitismo social.

“La pregunta de por qué esta población de abejas en Sudáfrica ha evolucionado para reproducirse asexualmente es todavía un misterio. Pero la comprensión de los genes implicados nos acerca al entendimiento del mismo. Este estudio nos ayudará a entender cómo los genes controlan los procesos biológicos como la división celular y el comportamiento. Además, entender por qué las poblaciones a veces se reproducen asexualmente puede ayudarnos a comprender la ventaja evolutiva de las relaciones sexuales, lo cual es una cuestión sumamente difícil para los biólogos evolutivos”, dice Matthew Webster, investigador del Departamento de Bioquímica Médica y Microbiología de la Universidad de Uppsala.