Muchos bebés nacidos prematuramente pasan un tiempo extra en el hospital, recibiendo el cuidado de equipos dedicados de médicos y enfermeras. Para estos bebés, el hospital es su primera casa. Y sus primeras experiencias allí, las luces, los sonidos y el tacto, pueden influir en cómo se desarrollan los bebés.

El contacto con recién nacidos en la UCIN (Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales), tanto los toques agradables como los que no lo son, pueden determinar la respuesta posterior del cerebro de un bebé a roces suaves, según sugiere un nuevo estudio publicado en Current Biology, que además incide en la importancia del tacto, tanto en tipo como en número.

Los bebés más jóvenes aún no pueden ver bien. Pero el sentido del tacto se desarrolla temprano, convirtiéndolo en una manera excepcional para estos bebés pre-verbales con vista borrosa de obtener mensajes. «Nos enfocamos en el contacto porque realmente forma parte de la base para la comunicación entre padres e hijos», dice Nathalie Maitre, coautora del estudio, neonatóloga y neurocientífica en el Hospital Infantil Nacional de Columbus, Ohio, en Estados Unidos.

Maitre y sus colegas estudiaron cómo los cerebros de los bebés respondían a un leve soplo de aire en las palmas de las manos: un «toque muy suave y muy débil», dice. Midieron estas respuestas colocando minúsculos y adorables gorros de electroencefalograma, o EEG, en los bebés.

Los investigadores soplaron sobre las manos de los bebés poco antes de que fueran enviados a casa. Sesenta y uno de los bebés habían nacido de forma prematura, con entre 24 y 36 semanas de gestación. En el momento del experimento, ya habían pasado una mediana de 28 días en el hospital. Otro grupo de 55 bebés, nacidos a término, fue examinado en los tres días posteriores al nacimiento.

Los bebés a término tuvieron una fuerte reacción cerebral al soplo en la mano. Los investigadores descubrieron asimismo que los bebés prematuros mostraron reacciones cerebrales más débiles al soplo en la mano.

Pero la historia no se detiene allí. Los investigadores también analizaron el número y el tipo de contacto (positivo o negativo) recibido por los prematuros mientras se encontraban en el hospital.

Miden el funcionamiento cerebral en bebés prematuros con EEG. Imagen: Nationwide Children’s

Los prematuros que recibieron un mayor número de toques positivos tempranos, como la lactancia materna, los abrazos de piel a piel y el masaje, mostraron respuestas cerebrales más fuertes a los soplos que a los prematuros que recibieron menos. Más preocupante es el hecho de que los prematuros que tuvieron un mayor número de experiencias de tacto negativo, incluyendo pinchazos en el talón, inserciones intravenosas, inyecciones y eliminación de esparadrapos, tendieron a tener respuestas cerebrales disminuidas a los soplos.

Alrededor de un tercio de los bebés prematuros en el estudio no recibió ningún toque positivo que los investigadores pudieran contar. Entre el nacimiento y el momento del experimento, el número medio de experiencias de tacto positivo para los prematuros en el estudio fue de 4. En contraste, la media de los procedimientos dolorosos fue de 32.

El estudio pone de relieve las relaciones, no las causas. Eso significa que los científicos no pueden decir si es el contacto a edad temprana, tanto positivo como negativo, el que está detrás de las diferencias en la respuesta cerebral. Pero es posible que las primeras experiencias táctiles modelen el cerebro de manera importante, dice Maitre. Si es así, entonces los resultados tienen grandes implicaciones.

A menudo, los padres no tienen el lujo de acurrucarse con su bebé, particularmente cuando la baja parental es limitada y los bebés están siendo tratados lejos de casa. Las enfermeras, los médicos y otros profesionales médicos proporcionan otras formas de atención. Pero cualquier cosa que los padres, los profesionales médicos o incluso los “acurrucadores” voluntarios puedan hacer para cambiar el balance de toques positivos y negativos podría promover el desarrollo de los bebés, proporcionando a esta nueva y diminuta gente el mejor comienzo posible.

Artículo original publicado por Science News. Revisado y traducido por ¡QFC!