Científicos de la ANU han encontrado que las estimaciones independientes aportadas por la geología y la biología coinciden en el momento de la desintegración del supercontinente Pangea en los continentes de hoy.

Cuando los continentes se fracturan, las especies individuales se dividen en dos y terminan por diferenciarse física y genéticamente.

La investigadora principal Sarah McIntyre explicó que la datación geológica de la deriva continental y la datación biológica de la deriva genética proporcionaron estimaciones independientes de la fecha de la ruptura en los últimos 180 millones de años.

«Esta es, con mucho, la comparación más completa de las fechas genéticas basadas en árboles y las fechas geológicas de las rupturas continentales», dijo la Sra. McIntyre, una becaria de doctorado en la Escuela de Investigación de Astronomía y Astrofísica de la ANU (Universidad Nacional de Australia).

(Imagen ampliable) Cartografía del mundo. Imagen: © Rawpixel.com/Fotolia

«Tras excluir aquellas especies que pudieron moverse fácilmente entre los continentes, una nueva comparación de estos dos métodos independientes de datación, aplicada a la desintegración de Pangea en los últimos 180 millones de años, ha halado un buen grado de conformidad entre los dos métodos”.

«La datación geológica proporciona un importante apoyo independiente para el relativamente nuevo campo del uso de árboles genéticos para fechar divergencias biológicas».

La investigación ha sido publicada en la revista Proceedings of the Royal Society B.

«En colaboración con el biólogo Profesor Colin Groves, creamos un procedimiento de investigación que excluía a las especies que podrían emigrar fácilmente de un continente a otro», dijo McIntyre.

El coautor Charley Lineweaver, profesor asociado, dijo que a medida que acumulaban datos de la secuencia genética, las fechas de la biología se volvían cada vez más robustas.

“Nuestro objetivo original era cuantificar cuánto tiempo hacía que los continentes se habían aislado los unos de los otros, para ver si algunas especies habrían evolucionado en el hipotético ‘nicho de inteligencia’”, dijo el Dr. Lineweaver de la Escuela de Investigación de Astronomía y Astrofísica y la Escuela de Investigación de Ciencias de la Tierra de la ANU.

«A lo largo del camino, tuvimos que verificar si los métodos de datación geológica y biológica estaban de acuerdo”.

«Esta concordancia entre la biología y la geología da a las datación filogenética una mayor credibilidad a pie de calle», dijo el Dr. Lineweaver.

Dr Lineweaver dijo que el resultado fue sólo la punta del iceberg de lo que se puede hacer con todos los nuevos datos de secuencia y las fechas de divergencia que se pueden extraer.

Artículo original publicado por la Universidad Nacional de Australia. Revisado y traducido por ¡QFC!