Los recuerdos que se forman en una parte del cerebro son reproducidos y transferidos a un área diferente del cerebro durante el reposo, según pudieron observar en ratas científicos de la Universidad Colegio de Londres (UCL), en Reino Unido.
Este hallazgo expone la importancia de repetir las experiencias vividas durante el sueño como un proceso para consolidarlas en la memoria. Éste es un proceso por el cual el cerebro se estabiliza y permite conservar los recuerdos para poder acceder a ellos de manera rápida en el futuro. La comprensión de este mecanismo fisiológico es esencial para hacer frente a condiciones amnésicas como la enfermedad de Alzheimer, donde se ve afectada consolidación de la memoria. Además, como hablamos en ¡QFC! hace un tiempo, se sabe que las memorias son maleables y pueden ser creadas, modificadas y borradas. Este estudio ayuda a completar la comprensión sobre cómo funciona el mecanismo de la memorización.
«Queremos entender cómo un cerebro sano almacena y accede a las memorias ya que esto nos abrirá una ventana a cómo condiciones como la enfermedad de Alzheimer interrumpen este proceso”, dijo el Dr. Freyja Ólafsdóttir, investigador principal del estudio y miembro del departamento de Biología Celular y del Desarrollo de la UCL. “Sabemos que la gente con Alzheimer tiene dificultad para recordar el pasado reciente, pero a menudo pueden traer a la memoria recuerdos de la infancia sin problema, que parecen más duraderos. Las partes del cerebro que hemos estudiado son algunas de las regiones que se ven afectadas antes en la enfermedad de Alzheimer y ahora sabemos que también participan en la consolidación de la memoria».
El estudio, publicado en la revista Nature Neuroscience, investigó el papel del sueño en la consolidación de la memoria mediante el estudio simultáneo de dos áreas del cerebro mientras las ratas descansaban después de un periodo de actividad.
El experimento incluyó seis ratas cada una de las cuales corrió durante 30 minutos en una pista de seis metros de largo, tiempo tras el que se les permitió descansar durante 90 minutos. Durante el descanso, el equipo estudió las respuestas de las células de lugar en el hipocampo, donde se forman los recuerdos, y de las células de red en la corteza entorrinal, lugar al que se descubrió que eran transferidos.
La respuesta de las células de lugar mostró cómo las ratas volvían a recorrer la pista en sus mentes durante el descanso, pero mostró cómo lo hacían a una velocidad 10 o 20 veces mayor a la experiencia real. La misma repetición ocurrió casi simultáneamente, con un retraso de 10 milisegundos, en las células de red, situadas en una parte diferente del cerebro, lo que sugiere que las memorias de las ratas eran transferidas de una parte del cerebro a otra.
«Esta es la primera vez que hemos visto la reproducción repetida de manera coordinada entre dos áreas del cerebro que se sabe que son importantes para la memoria, lo que sugiere que las memorias son archivadas de un área a otra”, dijo el Dr. Barry Caswell, encargado del estudio y miembro del departamento de Biología Celular y del Desarrollo de la UCL. “El hipocampo absorbe constantemente información, pero parece que no puede almacenarlo todo, así que repite los recuerdos importantes para así almacenarlos a largo plazo y los transfiere a la corteza entorrinal, y posiblemente a otras áreas del cerebro, para su custodia y permitir el fácil acceso.» Y aun así, la capacidad de memorizar del cerebro es enorme. Recientemente se descubrió cómo la capacidad de memorizar del cerebro es 10 veces mayor de lo que se creía, historia que os mostramos en ¡QFC! en su día.
Los científicos planean investigar la transferencia de memorias a otras áreas del cerebro y la reproducción repetida en ratas con enfermedad de Alzheimer para entender mejor el mecanismo de consolidación de la memoria y el vínculo entre la calidad del sueño y los estados amnésicos.