Las misiones Cassini y Huygens de la NASA han proporcionado una gran cantidad de información acerca de los elementos químicos presentes en Titán, la luna de Saturno, y los científicos de la Universidad de Cornell en Estados Unidos han descubierto un rastro químico que sugiere la posible existencia de condiciones prebióticas allí. Puedes leer más detalles acerca de Cassini-Huygens en nuestro artículo “detalles de Saturno: sus anillos, el gigantesco hexágono, las misiones que hemos enviado”, aquí.
Titán, la mayor luna de Saturno, presenta unas características del terreno parecidas a la Tierra, como lagos, ríos y mares, si bien están compuestos por metano líquido y etano en vez de agua. En ¡QFC! hemos hablado de otros cuerpos que bien podrían presentar las condiciones necesarias para la existencia de vida, como por ejemplo Europa, la luna de Júpiter, sobre la que puedes leer aquí. Además de Titán, escribimos no hace mucho sobre cómo siguen creciendo las evidencias que apuntan a un posible pasado (o presente) de vida en Marte, que puedes leer aquí. En el caso de Titán, su densa atmósfera (una neblina amarilla) rebosa de nitrógeno y metano. Cuando la luz incide en este ambiente tóxico, la reacción produce cianuro de hidrógeno, un compuesto que supone una posible huella química prebiótica.
«Este estudio es un punto de partida, ya que estamos buscando una química prebiótica bajo condiciones distintas a las de la Tierra», comentó Martin Rahm, investigador postdoctoral en química y autor principal del estudio, publicado en la revista científica Proceedings of the National Academy.
Para comprender los posibles cimientos de una vida planetaria temprana, Rahm dijo que debemos pensar fuera de la biología verde azulada a la que estamos acostumbrados, que está basada en la Tierra: «Estamos acostumbrados a nuestras propias condiciones aquí en la Tierra. Nuestra experiencia científica es a temperatura ambiente y condiciones ambientales. Titán es una bestia completamente diferente». A pesar de que tanto la Tierra como Titán contienen líquidos que generan flujos, las temperaturas de Titán son muy bajas, por lo que carece de agua líquida. «Así que si pensamos en términos biológicos, probablemente vayamos a encontrarnos en un callejón sin salida», dijo.
El cianuro de hidrógeno es un compuesto químico orgánico que puede reaccionar consigo mismo o con otras moléculas formando largas cadenas, o polímeros, una de las cuales se llama poliimina. Para visualizar hasta qué punto los polímeros mantienen su estructura, puedes ver aquí nuestra historia en la que un recipiente con óxido de polietileno, un polímero, desafía a la gravedad vertiéndose prácticamente solo. La poliimina es flexible, por lo que permite la movilidad incluso en condiciones muy frías, y puede absorber la energía del sol y convertirse en un posible catalizador para la vida.
«La poliimina puede presentarse como estructuras diferentes, y puede ser capaz de lograr cosas notables a bajas temperaturas, especialmente en condiciones como las de Titán», dijo Rahm.
«Tenemos que seguir examinando esto, para entender cómo evoluciona la química con el tiempo. Vemos esto como una preparación para una exploración más profunda», dijo Rahm. «Si observaciones futuras pudieran mostrar que existe química prebiótica en un lugar como Titán, sería un gran avance. En este documento se indica que los prerrequisitos para los procesos que pudieran conducir a un tipo diferente de vida, bien podrían existir en Titán, aunque esto sólo el primer paso».