Los gusanos luminosos de Nueva Zelanda son un fenómeno natural biológico impresionante. Enterrada dentro de cuevas, su iluminación suave atrae a muchos fotógrafos a su interior en busca de la toma perfecta. Pero Jordan Poste buscó un enfoque único, logrando capturar el impresionante brillo de los bichos con un time-lapse gracias a 60 horas de exposición.

Este impresionante vídeo en time-lapse de los gusanos luminosos de Nueva Zelanda (Arachnocampa Luminosa) muestra que, en ocasiones, horas y horas de perseverancia bien pueden valer la pena. El vídeo en 4K fue realizado en las Cuevas de Waitomo en Isla Norte, Nueva Zelanda.

En su blog «Stoked for Saturday«, Poste cuenta la historia de cómo capturó estas imágenes. Con una serie de averías en las baterías y varios fallos técnicos, el proyecto tardó un total de 60 horas pululando por las cuevas oscuras como boca de lobo con sólo sus cámaras y un colchón inflable para echarse una ocasional siesta.

Como explica Jordan en el blog, sólo 10 segundos de película pueden tomar más de 2,5 horas de rodaje. Cada fotograma puede requerir un tiempo de exposición de entre 30 segundos y 30 minutos, llegando a utilizar en cada secuencia hasta 300 fotogramas. Se calcula que el vídeo requirió de unos 3.000 fotogramas para filmar el minuto y medio de duración.

Estos gusanos luminosos neozelandeses no son en realidad gusanos, sino que son un tipo de larva de mosquito del hongo. Los carámbanos tintineantes que aparecen en el video son en realidad gotas de mucosidad pegajosa colgante que usan las larvas para cazar su presa. De este modo, utiliza su hipnotizante cola brillante para atraer a sus presas, que incluyen polillas y moscas, aunque también se cree que las larvas utilizan su brillo para disuadir a algunos animales de comerlas.

Por desgracia, la diversión termina una vez que finaliza su etapa larval, a los 9 meses, y se convierten en moscas adultas. No sólo pierden su luz tintineante, sino que ni siquiera poseen una boca o un sistema digestivo. Como tal, únicamente viven unos pocos días, pasando la mayor parte de este tiempo apareándose y poniendo huevos. Así es la vida.

Este resultado de luces larvales bailando y meciéndose en la oscuridad es impresionante. El vídeo evoca la sensación exacta que sintió Poste mientras estaba allí. «Es parecido a tumbarte al aire libre bajo las estrellas y quedarte mirando el cielo y abstrayéndote», dice. «Es muy especial, no obstante, porque te das cuenta de que no son estrellas, sino gusanos brillantes con culos luminosos».