Como formas de vida que somos, los seres humanos estamos hechos a base de carbono. No obstante, ¿no resulta un tanto extraño que el carbono sea un material tan raro en nuestro planeta? En realidad, menos de un 0,5 por ciento de la Tierra está formado por carbono. Sin embargo, hemos descubierto planetas orbitando estrellas formados en gran parte por el sexto elemento, y una nueva teoría sostiene que estos mundos eran aptos para albergar la vida mucho antes del nacimiento de la Tierra.

Se cree que el planeta 55 Cancri e está en gran medida formado por carbono, posiblemente haciendo de su núcleo un gigantesco diamante. Hace dos años, una serie de simulaciones sugirieron que estos mundos podrían ser bastante comunes.

El estudiante graduado Natalie Mashian y su supervisor el Profesor Avi Loeb demostraron en la Universidad de Harvard que estos planetas probablemente orbiten alrededor de estrellas ricas en carbono pero pobres en metales (llamadas CEMP por sus siglas en inglés). Las estrellas CEMP pueden formarse muy temprano en el desarrollo de una galaxia, lo que podría hacer de estos planetas los primeros en formarse.

«Este trabajo demuestra que incluso estrellas con una pequeña fracción del carbono [presente] en nuestro sistema solar pueden albergar planetas», dijo Mashian en un comunicado.

(Imagen ampliable) Un planeta de carbono con su interior cristalizado en diamante. Imagen: Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics

Las primeras estrellas se formaron a partir de hidrógeno, helio, y pequeñas cantidades de litio. El Big Bang no generó átomos mayores que éstos. Sin embargo, a medida que evolucionaron estas estrellas produjeron elementos más pesados, especialmente gracias a las enormes explosiones supernovas. Tales explosiones distribuyeron estos elementos por sus alrededores, y de esta forma se incorporaron en la siguiente generación de estrellas. Aun así, las primeras de estas estrellas de «segunda generación» seguían conteniendo pequeñas cantidades de elementos nuevos, incluido el carbono. Sólo a medida que pasaba el tiempo y estallaban más supernovas se lograron crear estrellas como el Sol, con mayores concentraciones de elementos, como podría ser el hierro.

El disco protoplanetario alrededor de las estrellas CEMP carece del hierro y el silicio necesarios para formar planetas como la Tierra, aseguran Mashian y Loeb, pero los granos de carbono se agruparían por su lado para formar planetas sólidos y de baja densidad.

Los investigadores calcularon la distancia de la estrella a la que podrían haberse formado estos planetas dado el limitado tiempo de vida que sobreviven los discos, que se calcula es de menos de un millón de años para discos con una baja concentración de metales. Cuanto mayor sea el contenido de metal del disco, alejado de la estrella podrían formarse el planeta. En vista de que las estrellas CEMP normalmente tienen masas menores que el Sol, muchos de estos planetas bien podrían hallarse en la zona habitable de su estrella.

Así pues, ¿podrían albergar vida estos planetas? Mashian cree que sí. «Tenemos buenas razones para creer que la vida extraterrestre está basada en el carbono, al igual que la vida en la Tierra, y esto es un buen augurio de la posibilidad de [que haya aparecido la] vida en el universo temprano», explicó.

La identificación de estos planetas a grandes distancias es todo un reto. Sin embargo, Mashian y Loeb argumentan sus atmósferas deberían ser ricas en monóxido de carbono y metano, que podríamos ser capaces de detectar si el planeta pasara por delante de su estrella.

La teoría de la panspermia sostiene que la vida llegó a la Tierra desde el espacio exterior. Esto empuja a la cuestión sobre dónde y cómo podría haber evolucionado por primera vez la vida un paso más atrás. Si se llegara a detectar la existencia de vida en planetas basados en el carbono, sin duda no probaría la teoría, pero al menos expandiría las posibles circunstancias en las que podría aparecer la vida al tiempo que proporciona una gran cantidad de tiempo para llegar a la Tierra.