Los niños son una mina constante de inspiración, entusiasmo y energía. Cuando en unas culturas al niño se le educa para jugar a fútbol y a la niña a las muñecas, en otras los niños son libres de desarrollar su creatividad, sea cual sea esta.
Estos padres parecieron tenerlo muy claro cuando su hijo, Calramon Mabalot, desarrolló un claro interés por las nuevas tecnologías como la impresión en 3D y el escaneo en 3D. En vez de tildarlo de “raro” y empujarle a hacer lo que el resto de niños hacían, se volcaron con él en su proyecto y le apoyaron en la medida de sus posibilidades.
El resultado: Calramon Mabalot, de tan solo 9 años, tiene su propia empresa, Brother Robot, que puedes ver en su página web en la que ofrece servicios de escaneo e impresión 3D, y graba de manera regular vídeos que cuelga en YouTube sobre nuevos proyectos que realiza. Ver uno de estos vídeos es darse cuenta, no sólo de la creatividad que desborda el niño, sino del gusto y la felicidad con la que aborda sus proyectos.
En uno de sus viajes en los que se embarcó, relacionado con la impresión en 3D, Calramon conoció un profesor de una escuela local que carecía de mano derecha. Inspirado por esta historia, y conociendo proyectos de ayuda en Internet para este tipo de problemas como E-Nabling the Future, imprimió una mano mecánica que podía incluso articular los dedos y se la regaló al profesor.
Tras preguntarle qué le había impulsado a crear una mano prostética, él simplemente respondió: “Me gusta aprender”. ¿Escuchas esta respuesta a menudo viniendo de un niño… o de un adulto?
El maestro, Nick, parece muy contento con el resultado, y puede tanto asir objetos como, incluso, manipular un bolígrafo para dibujar (con no demasiada destreza, hay que admitirlo, lo sentimos, Nick). Puedes ver el vídeo de la noticia según relata ABC News abajo. No olvides activar los subtítulos (CC) bajo el vídeo y seleccionar el lenguaje.