El Gran Colisionador de Hadrones (LHC por sus siglas en inglés) todavía tiene mucho trabajo por hacer en el campo de la aceleración de partículas, pero los científicos ya están comenzando a trabajar en su reemplazo, que será tres veces mayor que el original (ya de por sí enorme).
Puesto que se espera que el desarrollo del reemplazo del LHC tarde décadas, los expertos están dispuestos a comenzar ahora. El objetivo es construir una máquina siete veces más potente que la que tenemos hoy.
Más de 500 científicos de todo el mundo han estado poniendo en común sus ideas en Berlín, Alemania, para averiguar lo que podría ser el LHC 2.0, también llamado el Future Circular Collider (FCC, o Colisionador Circular Futuro).
Allí donde el túnel circular del LHC se extiende 27 kilómetros, el circuito del FCC mediría entre 80 y 100 kilómetros, y quedará localizado apenas a la vuelta de la esquina de su precursor en la frontera Franco-Suiza.
Con la instalación de imanes el doble de potentes, el plan es contar con la siguiente máquina capaz de romper haces de partículas con una fuerza conjunta de hasta 100 teraelectronvoltios; aproximadamente el mismo nivel de aceleración de partículas que se obtendría de 10 millones de rayos.
Esa energía extra permitiría en un principio a los investigadores ver partículas ocultas aún más pesadas que el bosón de Higgs, una partícula que respalda nuestra comprensión más fundamental de las leyes de la naturaleza, de la que el LHC encontró evidencia en 2012.
Los investigadores dicen que el próximo LHC también podría ayudarnos a desarrollar futuros materiales resistentes a la radiación para su uso en reactores nucleares y redes eléctricas.
El equipo que analiza los planes del FCC espera tener una propuesta sobre la mesa para 2018, pero podría tardar 20 años hasta su desarrollo. El LHC tardó casi 30 años en construirse, desde la planificación hasta su inauguración.
En última instancia, el objetivo es profundizar aún más en las leyes del Universo.
«Cuando nos fijamos en cosas como el movimiento de las galaxias, vemos que sólo podemos entender y explicar aproximadamente el cinco por ciento de lo que observamos», dijo Michael Benedikt, que dirige la investigación del FCC, a Joe Dodgshun en Horizon.
«Pero con preguntas como el llamado problema de la materia oscura, que está vinculado al hecho de que las galaxias y las estrellas no se mueven como se esperaría, la única explicación que tenemos es que debe haber materia que no vemos que distorsiona su movimiento».
Sin embargo, no vamos a jubilar el Large Hadron Collider. Se espera que el revolucionario colisionador de partículas, que causa colisiones de haces de partículas lo suficientemente fuertes como para romper la materia en sus partes constituyentes, siga realizando descubrimientos científicos hasta 2035 aproximadamente.
A principios de este año, el LHC identificó cinco nuevas partículas subatómicas a partir de un solo análisis.
El LHC también espera una mejora sustancial a mediados de la década de 2020, que le permitirá aumentar la tasa de sus colisiones de partículas y mejorar aún más su precisión. También recibirá una actualización de nombre, y pasará a llamarse el High Luminosity Large Hadron Collider (HL-LHC, o Gran Colisionador de Hadrones de Alta Luminosidad).
Esperamos con interés lo que encontrarán en las próximas décadas el LHC y su sucesor. Puedes mantenerte al día con los últimos desarrollos en el sitio oficial del Estudio del Colisionador Circular Futuro.
Esperemos que cuando la FCC llegue, sea a prueba de comadrejas.
Artículo original publicado por Science Alert. Revisado y traducido por ¡QFC!