Si continuamos haciendo las cosas como siempre, en un mundo en el que el acuerdo de París no se vea implementado, podríamos ver cómo el objetivo de limitar el calentamiento a 1,5°C se rebasa en una década.

Podríamos superar ese límite en 2026, según un análisis del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) publicado en la revista Geophysical Research Letters.

«Nuestro estudio, donde mostramos la proximidad del nivel de 1,5°C, debe ser visto como una llamada de atención para los gobiernos y como un catalizador para una acción decisiva», dijo a New Scientist Benjamin Henley de la Universidad de Melbourne, en Australia.

El Acuerdo Climático de París, firmado en diciembre de 2015, compromete a las naciones a mantener el calentamiento «muy por debajo de los 2°C por encima de los niveles preindustriales [pues como vimos aquí, se puede seguir el rastro del impacto del ser humano en el clima 180 años] y a proseguir los esfuerzos para limitar el aumento de la temperatura a 1,5°C».

Henley y su colega Andrew King utilizaron modelos climáticos para predecir lo que ocurriría en un escenario en el que se hicieran las cosas ‘como siempre’, donde las aspiraciones del acuerdo de París no fueran implementadas y las emisiones continuaran sin disminuir. Hallaron que la Tierra experimentaría un rápido calentamiento.

Emisiones de gases de efecto invernadero

¿Cuál es la causa real del calentamiento global?

Los investigadores hallaron que había dos razones para esto. La primera es un aumento continuo de las emisiones de gases de efecto invernadero que calientan el planeta.

La segunda es la influencia de la Oscilación Interdecadal del Pacífico (OIP), un ciclo de temperaturas de la superficie del mar que tiene un efecto de calentamiento o enfriamiento en la atmósfera a nivel mundial.

Esta oscilación se ha encontrado en fase de enfriamiento durante más de una década, lo que explica el aparente estancamiento del calentamiento global en los primeros años del siglo. «Esta fase fría puede habernos empujado a una falsa sensación de seguridad», dice Henley.

Pero ahora se está moviendo hacia una fase cálida. Esto estuvo detrás de las temperaturas mundiales récord registradas en 2015 y 2016 [de las que hablamos extensamente aquíaquí aquí], y Henley y King sugieren que “se podría estar fraguando un período sostenido de aumento rápido de la temperatura… durante la próxima década o dos».

Si la oscilación OIP se mantiene durante la próxima década en una fase cálida, entonces el objetivo de 1,5°C se vería superado entre 2024 y 2029, escriben los autores. De no ser así, entonces probablemente ocurrirá cinco años después.

¿Un futuro demasiado sombrío?

Algunos investigadores piensan que, al sugerir que el umbral de 1,5°C está tan cerca, el último estudio presenta una imagen demasiado sombría.

«El análisis supone que no se tomaría apenas ninguna acción para reducir las emisiones», dice Michiel Schaeffer de la Universidad de Utrecht, en los Países Bajos. El acuerdo de París incluye compromisos nacionales para reducir las emisiones que deberían mantener la temperatura en 2030 0,2°C más fría que si se hicieran las cosas ‘como siempre’, e incrementarse a partir de ese momento, dice.

Pero, ¿se pondrán en práctica el acuerdo y el resto de promesas?

Antes de su victoria en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, Donald Trump declaró que retiraría a Estados Unidos del acuerdo y rompería la promesa estadounidense de reducir las emisiones al menos en un 26 por ciento entre 2005 y 2025. Desde las elecciones, su gobierno aún tiene que transformar las declaraciones en  política, aunque ha rescindido leyes para limitar las emisiones de combustibles fósiles. [También es cierto que, como mostramos aquí, existe un indiscutible ascenso de las energías renovables y, como vimos aquí, la energía renovable excede a cualquier otro tipo de producción de energía. Y no sólo eso, el fracking ha causado hasta 6.600 derrames en sólo cuatro estados de EE.UU., que puedes leer aquí, por lo hablar de terremotos, que puedes ver aquí.]

Estados Unidos es responsable de alrededor del 15 por ciento de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, pero el peligro es que una retirada estadounidense provoque la caída del acuerdo de París. Reunidos en Bonn esta semana, sin embargo, la mayoría de los firmantes reafirmaron su compromiso con sus promesas de 2015, y comenzaron a escribir un ‘libro de leyes’ para la implementación del acuerdo. [A modo de nota, puedes leer aquí que, si existiera voluntad política, los combustibles fósiles se podrían eliminar del mundo en tan sólo una década.]

Un progreso irregular

Un año de seguimiento del CO2 en la atmósfera terrestre

Sin embargo, el progreso ha sido desigual. Un análisis reciente revela que, a nivel mundial, sólo se han introducido 14 nuevas leyes y 33 nuevas políticas ejecutivas relacionadas con el cambio climático desde la cumbre de París sobre cambio climático en diciembre de 2015 [y se ha llegado a preguntar si acaso no habrían perdido las charlas de París su sentido sin siquiera haberse puesto en práctica].

Aun así, el último estudio proporciona un nuevo sentido de urgencia para llevar a cabo una revisión del IPCC, que se encuentra en curso, sobre cómo lograr el objetivo de 1,5°C y las consecuencias para el planeta en caso de fracasar. La revisión debe ser terminada en 2018.

«No estamos descontando el acuerdo de París. Podemos y debemos estabilizar las temperaturas globales a 1,5°C o menos», dice Henley. Pero «muy probablemente se dé una superación temporal».

Y el pronóstico del estudio de un rebasamiento inminente de los objetivos de París puede sumarse a las llamadas para que haya más investigación sobre las formas de eliminar los gases de efecto invernadero de la atmósfera con tecnologías relacionadas con la geoingeniería.

Artículo original publicado por New Scientist. Revisado y traducido por ¡QFC!