En estos últimos meses hemos estado informando que el aumento de la temperatura global está batiendo récords históricos mes a mes durante, ahora, casi un año. Siguiendo con esta imparable tendencia, julio de 2016 acaba de arrebatarle la corona a junio al igual que hiciera este con el anterior y al igual que ha estado ocurriendo mes a mes. No sólo ha sido julio el más cálido desde que comenzaron los registros, sino que es el mes más cálido jamás registrado en términos absolutos desde que comenzaran los registros allá por 1880.

(Imagen ampliable) Anomalía en las temperaturas. Líneas codificadas por colores. 1880: azul, 2016: rojo. Imagen: Gavin Schmidt, climatólogo

Esta tendencia se ve alimentada por varios frentes por el ser humano, y a lo largo de los últimos meses hemos tratado de exponer las evidencias de nuestro impacto en el planeta. Ya nos hicimos eco de los récords de temperatura registrados en febrero, y de ahí nos preguntamos, y con razón, si no habrían perdido su sentido las charlas de París sobre cómo paliar el cambio climático sin siquiera haber tenido la oportunidad de ponerse en práctica. Poco después de aquella historia, recibíamos la noticia de que los meses seguían volviéndose más calurosos, y aprovechamos para desmentir algunas de las creencias populares, como el efecto exagerado de El Niño, o la falsedad de que la comunidad científica no se pone de acuerdo acerca de la existencia del cambio climático, o de que éste se vea afectado por la actividad humana. Ya en junio, expusimos las muchas caras del calentamiento global, y mostramos cómo está afectando a distintas partes del planeta, como Alaska, o las Islas Salomón, que ya han visto desaparecer cinco de sus islas.

Además, hemos explicado cómo varias de las actividades humanas tienen un claro impacto sobre el medioambiente, como el fracking, una actividad altamente contaminante, que supone riesgos para la población, como vimos aquí con los terremotos que provocan (sólo por poner uno de los muchos ejemplos) y que perpetúa un modelo energético anacrónico. De hecho explicamos no hace mucho cómo, si se quisiera, se podrían eliminar los combustibles fósiles de todo el mundo en tan sólo diez años. Un indicio de que esto ya está sucediendo es la alentadora noticia de que el mundo prácticamente está produciendo una cuarta parte de su electricidad por medio de las energías renovables. Mientras tanto, se siguen vertiendo residuos al mar, como el plástico, que explicamos aquí por qué es tan dañino. Al no ser biodegradable, se acumula en el ecosistema y termina por formar, como es el caso de los océanos, auténticos continentes de residuos que, como se ha descubierto ahora, terminan por depositarse en las costas, como está sucediendo en Chile.

(Imagen ampliable) Anomalía en las temperaturas contando como base la media 1981-2010. Línea gris: anomalía de temperatura en superficie anual. En azul: promedio cada 5 años. En rojo, tendencia lineal a largo plazo. Imagen: Agencia Meteorológica de Japón

Los últimos datos que han sido hechos públicos por la NASA muestran que el mes de julio fue de 0,84 ° C por encima del promedio para el mes. Pero más preocupante que eso es que el mes pasado fue también el de más altas temperaturas jamás registradas, batiendo el récord del último registro con hasta 0,11 ° C. Este calentamiento ha continuado a pesar de que el reciente episodio de El Niño, que se cree fue un factor en el aumento de las temperaturas medias el año pasado independientemente del cambio climático provocado por el hombre, hubiera pasado ya su pico.

Esto significa que, según los datos de la NASA, julio es el décimo mes consecutivo en romper la media mensual, observación que se ha visto corroborada por la Agencia de Climatología de Japón y pronto lo hará tanto por el NOAA (Administración Nacional del Océano y la Atmósfera), que espera que sea el decimoquinto más cálido jamás basándose en sus cifras, como por la Oficina de Meteorología en el Centro Hadley del Reino Unido.

Las diferencias observadas entre los conjuntos de datos publicados por la NASA y el NOAA se reduce a que ambas organizaciones utilizan un período de referencia diferente, pero a pesar de esto, todavía están hallando los mismos resultados: que el mundo continúa calentándose, y que se ha producido un repunte dramático y preocupante en el calentamiento durante este último año.

(Imagen ampliable) Mapa de anomalías de la NASA para julio de 2016, relativo a la media de temperaturas del periodo 1981-2010. Imagen: NASA-GISS

No sólo eso, sino que debido a que la NASA utiliza como temperatura base las temperaturas medias registradas entre 1951 y 1980, sus datos ya incluyen una cierta porción del calentamiento acumulado desde que la humanidad comenzara la quema de combustibles fósiles en 1800. Se estima que esta valoración añade alrededor de 0,5 ° C de calentamiento con las cifras de la NASA, lo que significa que, en realidad, julio realmente se situó alrededor de 1,3 ° C por encima de la temperatura global en tiempos preindustriales.

El calentamiento del planeta, principalmente debido a la continua liberación de CO2 a la atmósfera por los seres humanos, ha dado lugar a la ruptura del récord absoluto para el mes más cálido, un récord que ni siquiera ha durado más de un año, ya que hasta ahora dicho mes era julio de 2015, que igualó la temperatura de julio de 2011. El hecho de que esta tendencia no muestre señales de detenerse ha preocupado a muchos científicos del clima, que ahora creen que el límite acordado en la histórica Cumbre de París de mantener el calentamiento global por debajo del 1,5 ° C resulte, a todos los efectos, inalcanzable a menos que se tomen medidas rápidas y radicales, algo que parece no estar sucediendo.